MÉXICO, 15 DE DICIEMBRE DEL 2025
La presencia de Lionel Messi en India provocó una reacción desbordada entre los aficionados, al grado de generar disturbios dentro de un estadio y obligar a las autoridades a iniciar una investigación. Lo que comenzó como un evento deportivo terminó convertido en un episodio de descontrol masivo.

Miles de personas se congregaron para ver al campeón del mundo, superando por mucho la capacidad prevista. La falta de organización y medidas de seguridad adecuadas derivó en empujones, invasión de zonas restringidas y daños materiales dentro del recinto.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran asientos rotos, vallas derribadas y aficionados tratando de acercarse al futbolista, lo que encendió las alertas sobre el manejo del evento. La situación obligó a reforzar la seguridad y a evacuar algunas áreas.
Ante los hechos, autoridades locales anunciaron la apertura de una investigación para determinar responsabilidades, tanto de los organizadores como de los encargados de la seguridad. El objetivo es esclarecer cómo se permitió que la situación escalara a tal nivel.
Messi, quien no resultó lesionado, abandonó el lugar bajo un fuerte operativo, mientras el evento fue catalogado como uno de los más caóticos relacionados con una figura deportiva en el país. Esto evidenció el impacto global del astro argentino y la intensidad de su popularidad en regiones donde el futbol vive un crecimiento acelerado.
Este caso deja en el centro del debate la necesidad de planificación adecuada cuando se trata de figuras que movilizan multitudes, especialmente en países donde la infraestructura deportiva aún enfrenta retos importantes.
