Mexico. 29/Octubre/2025
A solo días de cumplir 70 años, el magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego ha intensificado notablemente su activismo político, lo que ha generado una combinación de presión, especulación y atención mediática sin precedentes.
Dos frentes abiertos
Por un lado, Salinas Pliego enfrenta una deuda fiscal con el SAT estimada en 74 000 millones de pesos, defendida en público mediante denuncias contra el gobierno por lo que él denomina “persecución política”.
Por otro lado, ha lanzado el movimiento Movimiento Anticorrupción y Anticrimen (MAAC), de corte libertario-capitalista, que cuestiona frontalmente a la izquierda y su vigencia en el poder político mexicano. Se especula que esta plataforma podría servirle como trampolín hacia una candidatura presidencial en 2030.
Estrategia y contradicciones
- Salinas ha combinado tonos confrontativos con declaraciones de interés en negociación, lo que ha puesto en duda sus verdaderas intenciones: ¿filantropía empresarial, plataforma política o estrategia de presión fiscal?
- Su aparición pública no es casual: ha coincidido con escándalos de evasión, disputas con el SAT y una cobertura mediática amplia, lo que sugiere que busca reconfigurar su imagen de magnate empresarial hacia la de actor político.
Relevancia para el panorama nacional
Este episodio plantea varias líneas de reflexión clave:
- Empresarial-político: El papel de los grandes empresarios en la arena política mexicana parece estar redefiniéndose.
- Implicaciones fiscales: La deuda con el SAT y la postura de Salinas pueden afectar la percepción de equidad fiscal en el país.
- Elecciones futuras: De cara a 2030, la entrada de actores no tradicionales como Salinas podría moldear alianzas y estrategias partidistas.
